Pablo Salazar Cossio

A causa del aumento constante del número de instalaciones de telecomunicaciones utilizadas en los sectores de la industria y servicios, de su creciente interconexión así como del aumento de la sensibilidad frente a perturbaciones de aparatos y equipos electrónicos, las exigencias que se plantean a la protección contra rayos de este tipo de instalaciones se hacen cada vez más complejas. Las medidas de protección necesarias tienen que realizarse como conceptos cerrados de protección orientados a la compatibilidad electromagnética y tienen que preverse ya en la fase de proyecto de las edificaciones. La ejecución de estos conceptos de protección tiene que ser vigilado durante la fase de realización y al finalizar los trabajos de construcción tiene que ser revisada para comprobar que cumple todas las exigencias requeridas. La vigilancia periódica se garantiza mediante pruebas periódicas y repetidas y en determinados casos se hará necesario proceder a una ampliación de los dispositivos, conforme al concepto de protección aplicado.

El concepto de zonas de protección contra rayos orientado a la compatibilidad electromagnética se lleva utilizando en la práctica hace muchos años con pleno éxito. La implantación de este concepto exige una estrecha colaboración de todos los participantes en los trabajos y una coordinación entre exigencias, actividades y medidas de protección para garantía de una suficiente fiabilidad de las instalaciones y para poder prescindir de costosos trabajos y exigencias de reparaciones o ampliaciones posteriores.